Mi breve opinión: Death Proof, la nueva de Tarantino, estrenada en Abril en USA y en Agosto en España. Cuenta la historia de un loco que anda por las rutas buscando chicas lindas y Zas todo viene tranquilo y como siempre este director de pronto cambia el ritmo y la película es otra.... A mi me pareció lo menos interesante de su filmografía, si bien tiene su marca y sello personal, y supone además el debut de Quentin Tarantino como director de fotografía, pero…Vale comentar el porque de tanta “raya” y efecto de envejecimiento, que se puede apreciar muy bien en la web http://www.deathproof.net/ Tarantino nos lo explica: “Mi copia se construye como una especie de Frankenstein, a partir de diferentes fuentes. Así que un rollo puede ser un tanto mierdoso, gastado, sucio y luego otro rollo puede ser Technicolor. Esa es la sensación que busco.” Es a la vez una película slasher, una película de coches, una película de acción y una película de Quentin Tarantino.
Ficha técnica:
Dirección y guión: Quentin Tarantino.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 113 min.
Género: Acción, thriller.
Interpretación: Kurt Russell (Stuntman Mike), Sydney Tamiia Poitier (Jungle Julia), Rosario Dawson (Abernathy), Vanessa Ferlito (Arlene), Jordan Ladd (Shanna), Rose McGowan (Pam), Tracie Thoms (Kim), Mary Elizabeth Winstead (Lee), Zoë Bell (Zoë), Omar Doom (Nate), Michael Bacall (Omar), Eli Roth (Dov), Quentin Tarantino (Warren), Monica Staggs (Lanna), Michael Parks (Earl).
Producción: Elizabeth Avellan, Robert Rodriguez, Erica Steinberg y Quentin Tarantino.
Fotografía: Quentin Tarantino.
Montaje: Sally Menke.
Diseño de producción: Steve Joyner y Caylah Eddleblute.
Vestuario: Nina Proctor.
Estreno en USA: 6 Abril 2007.
Estreno en España: 31 Agosto 2007.
---->Las críticas que coinciden prácticamente con mi opinión, son estas dos:
DEATH PROOF ___Grindhouse: Death Proof - Luis Jiménez.-
A sabiendas de que en Europa hemos sufrido el varapalo de tener que ver este concepto por separado, encima nos hemos encontrado con que Planet Terror se ha estrenado antes que esta Death Proof, aun siendo ésta última la inauguradora del doble programa Grindhouse. Creo que sobran los comentarios.
Death Proof es complicada verla aisladamente o como película independiente de Planet Terror, más que nada por su escasísimo hilo argumental. Estamos en una época en la que ni siquiera nos vale que venga el nombre de Tarantino en los créditos para afirmar categóricamente que estamos ante una obra maestra o al menos, ante una película interesante. Lástima que Death Proof no sea el caso, pero más lástima da que muchos se agarrarán a aquella definición (Tarantino=buena película) para desmoralizar a los seguidores del cine de un bastante más honesto Robert Rodríguez.
Espero que muchos sepan perdonar a Quentin con esta jugada que se ha marcado, que muchos vemos más como un experimento (o capricho) que como una cinta seria y con las buenas intenciones de formar parte de una labrada carrera. A Death Proof le falta mucho para poder ser una simple película. Su historia no engancha y la mayor parte de su metraje deambula entre exhibiciones corporales femeninas y una intensa (aunque no menos aburridilla) persecución por carretera. Por lo demás no nos va a aportar nada nuevo y ni siquiera observamos la rúbrica del propio director en casi su totalidad. De aquí, me van a disculpar, pero Death Proof me parece quizá la cinta menos interesante del señor Tarantino.
Acostumbrado a reciclar viejas (y no malas) glorias del cine (Travolta, Pam Grier y ahora Kurt Russell), se permite incluso deleitarnos con alguna que otra escena que bien merece una atención (sobre todo las de la persecución que acapara los 40-50 minutos finales de cinta). Pero no nos llevemos a engaño, esta película si la viéramos junta, seguramente veríamos algun tipo de intención mucho más cinéfila que la meramente experimental. Desde aquí animamos a que tal tajo no sea una costumbre y de que cada cosa tiene una intención.
GRINDHOUSE - DEATH PROOF una crítica del film, por Alejandro Franco
Grindhouse es el proyecto de un film doble que se les ocurrió a Tarantino y Rodriguez mientras veían un doble programa en video (Dragstrip Girl y Rock All Night). A ambos directores los une el amor al cine y pronto pusieron manos a la obra para crear una película que homenajeara al cine de variedades, filmes de clase B (y Z) que se exhibían sin parar en las salas de barrio. Al proyecto se sumaron amigos como Eli Roth - que aquí hace una graciosa parodia de filmes slasher como Halloween - y Rob Zombie entre otros, y el brainstorm creativo resultó imparable. Prácticamente cada director involucrado en el proyecto - fuera en los filmes principales o en los falsos trailers - quedó prendido con la idea y con la posibilidad de expandir la misma en secuelas, e incluso montar los filmes completos que los cortos falsos publicitaban.
Pero a pesar de todo el romanticismo (y el entusiasmo juvenil), Grindhouse terminó siendo un fracaso, cayendo en una temporada atiborrada de tanques en la taquilla (Spiderman 3, Transformers, Shrek 3, Piratas del Caribe: En El Fin del Mundo, etc), con lo cual no recuperó ni la mitad de los 53 millones de dólares de presupuesto, y Dimension Films decidió partir el film en dos para su estreno en mercados internacionales, algo que hasta ahora ha dado resultados inciertos. Las causas del fracaso de Grindhouse deben verse en que, por su naturaleza, es un film de culto - y por lo tanto, de minorías -. Otra razón puede achacarse al público norteamericano que es un completo ignorante (mucha gente se iba del cine ni bien terminaba Planet Terror, sin esperar al film de Tarantino). La crítica la alabó en su mayoría. Pero comercialmente terminó por ser un fracaso.
Stuntman Mike y su afición en los ratos libres
Uno puede tomar posiciones respecto a por qué Grindhouse no tuvo éxito, y decir que fue una película incomprendida. Pero la realidad es que se trata de una película demasiado larga, con cosas brillantes pero también enormes fallas. Obviamente cuando llega la acción es enormemente entretenida, pero la misma es precedida de demasiados tiempos muertos (o no muy interesantes). Uno puede dirigir un film pulp de manera espectacular, como los westerns de Sergio Leone. Robert Rodriguez parecía en un momento ser el heredero de Leone; pero su Planet Terror es bastante tímido - hasta el clímax -, sin definirse entre la sátira o seguir las reglas del genero. Y mientras que Planet Terror es un homenaje, lo que intenta hacer Tarantino en Death Proof es sencillamente reinventar el género. Pero al igual que el episodio de Rodriguez, sigue siendo una película muy despareja.
La verdad es que el comienzo de Death Proof es eternamente aburrido. Pareciera que los engranajes de Tarantino se hubieran oxidado, porque la primer parte - la historia de Mariposa y Jungle Julia - es descomunalmente plomiza. No dicen nada interesante, no hacen nada interesante, no nos interesan en absoluto. Los diálogos son malos y las actuaciones chatas. Por un momento Tarantino parece seguir los mismos pasos de Rodríguez - están obsesionados con su chiste nerd de los carretes perdidos, el negativo rayado, etc -, que se olvidan de hacer las cosas interesantes. Además las actrices son malas; y las cosas cambian recién cuando aparecen Stuntman Mike (Kurt Russell) y Rose McGowan. Si la historia de Mariposa es el McGuffin, está demasiada estirada.
Cuando Russell entra en escena, uno empieza a darse cuenta que la calidad del filme depende del actor que dispara los diálogos. Russell es agradable, carismático, gracioso. Hasta Rose McGowan, en un papel menor, es disfrutable. Y ahí se ve que Tarantino en realidad estaba estirando las cosas hasta este momento - quizás demasiado -. Ahora sí los díalogos suenan a puro Tarantino. En el medio se cruzan personajes del film anterior (Planet Terror), como el sheriff McGraw, que es un habitué en filmes de uno y otro director (como Desde el Crepúsculo al Amanecer y Kill Bill), como un gigantesco universo virtual.
De pronto el film pasa de una inmovilidad absoluta (casi comatosa) a una sobredosis de adrenalina, desde el momento en que Pam y Stuntman Mike se suben al Chevy. Y terminada la escena, la aparición del grupo de chicas (liderada por Zoe Bell, que es una stuntwoman de la vida real y que dobló a Uma Thurman en Kill Bill) le pone mucha actitud a un film que venía mal. La escena en la mesa del bar es casi un calco de Reservoir Dogs. Y pronto nos damos cuenta que las chicas no son mujeres comunes y corrientes. En especial Zoe y Kim, que las une la pasion por la adrenalina en la carretera.
Las referencias pop están a la orden del día. La obsesión por Zoe de conducir el Dodge Challenger 1970 similar al que usaba Barry Newman en Vanishing Point es espectacular. No sólo es uno de los más populares muscle car de la historia del cine, sino que también representa un mito - el auto blanco, un coche para idealistas -. Cuando Stuntman Mike decide atacarlas - a bordo de otro auto mitico, el Dodge Charger, similar al usado en Bullitt y en otros tantos filmes -, es una batalla entre el bien y el mal. Tarantino ha digerido enormes dosis de secuencias automovilísticas del cine - como en Bullitt, no hay música, sólo se escucha el rugido de los motores -, y brinda una de las mejores escenas que haya visto hasta ahora.
El problema de Death Proof es precisamente el final. Hay filmes en que el pasaje de victima a victimario es mejor implementado - sino, vean Deliverance -. Pero acá las chicas, que hasta hace un rato gritaban, pasan a la ofensiva de una manera increíble - ¿la sobrecarga de adrenalina? -. Digamos que hasta acá Tarantino se había ido alejando de satirizar al género y estaba filmando una cinta que se mantenía en sus propios pies, a pura tensión y adrenalina. Pero los últimos cambios de tono suenan algo abruptos y el final es decididamente anticlimático - en lo mejor aparecen directamente los créditos del film -. No es una trama que haya quedado bien redondeada sino parece un guión sin terminar porque a Tarantino se le secó la tinta de la máquina de escribir.
Death Proof me resultó algo más satisfactoria que Planet Terror. Los primeros 40 minutos son mortalmente pesados, después va a mil por hora y termina por estrellarse contra una pared. Como entretenimiento es realmente muy bueno, pero aún para el nivel de delirio que supone el género que homenajea, es inconsistente. Reitero: no pido coherencia, pero si que las ideas se redondeen y que se mantengan cierto ritmo que resulte interesante. El resultado es dispar, pero siempre sigue siendo mejor por encima de la media.
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