La impronta surge en principio como un espacio donde "alojar" despojarse, manifestar una serie de inquietudes, pensamientos, lecturas, aprendizajes, a lo largo de un proceso que debería culminar con una nota final, una monografía y un felices vacaciones...
Parte de ese proceso reflejado en un trabajo se va desdibujando con el tiempo, algunos intereses inmediatos se olvidan, algunas cosechas no maduran lo suficiente y no se aprovechan.
Me interesa justamente esa huella, como en Derrida la différance, y de ahi el nombre. Originalmente así se llamó mi taller de arte y papel, que funcionaba en el balcón de mi casa. Un emprendimiento que incluía no sólo la fabricación de papel hecho a mano (no sólo reciclado) sino también todo lo relacionado con el grabado, la imprenta, las tipografías...amigas...transformándose, la poesía.
Ilusiones perdidas en algún momento por urgencias de la vida cotidiana.
Hoy camino nuevos pasos leyendo semanalmente lo que la cátedra de turno solicita, pero esa lectura motiva, genera nuevas búsquedas, desarrolla investigaciones que no quiero dejar en el pasado cuando este presente sea un recuerdo.
Ale
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario