El ilustrador argentino
Diego Bianki armó un Rompecabezas por la diversidad y la magia
Temas
como la no discriminación y la exclusión de las personas son abordados de
manera original y lúdica en el libro Rompecabezas del ilustrador y
diseñador argentino Diego Bianki, editado por Conaculta, en la colección Alas y Raíces Libros
para Crear, una serie de libros-taller donde diferentes artistas comparten
su proceso imaginario y creativo con los niños.
Con una original técnica de ilustración, Bianki se
apoyó en cajas de cerillos, pasta dental, té, café, palillos de dientes y todo
tipo de artículos de uso cotidiano que generalmente van a parar a la basura,
para dibujar en cada uno de sus seis lados diversas ilustraciones que permiten
armar diferentes rostros y personajes, a la manera de un rompecabezas.
Bianki reconoció que este tipo de temáticas son más
sencillas de abordar entre los pequeños ya que aún no tienen esa capacidad de
prejuicio lo que les permite ser más abiertos, de ahí que la propuesta del
libro sea vincular el tema de la no discriminación a través de una historia que
introduce la variable del juego.
Para Bianki hacer un libro dirigido al público
infantil es una labor divertida: “Me
motiva porque el lector infantil no prejuzga y siempre está abierto a la
experimentación y las cosas nuevas, eso es inspirador. Yo he aprendido
muchísimo de los niños y trato de alguna manera sentirme niño y atreverme a
jugar con la experiencia de realizar un libro, trabajar en el texto y las
imágenes desde un lugar lúdico y experimental”.
La presentación-taller de Rompecabezas se
realizó en diciembre 2012 en el Museo Carrillo Gil, donde el autor realizó un taller de ilustración para
niños a partir del uso de materiales reciclados.
Sobre
el taller:
Bajo la premisa de que ningún ser humano es una isla y
que todos formamos parte de algo más grande, el ilustrador argentino Diego
Bianki ofreció este sábado 8 de diciembre un taller lúdico basado en el
concepto de su libro Rompecabezas.
La
idea, dijo, es derribar en las mentes de las nuevas generaciones esa idea de
que algo puede desarrollarse de manera aislada, por ello, en las pequeñas cajas
que conforman su libro y que están decoradas con personajes, animales e
insectos fantásticos ha incluido diversas variaciones en cada cara para que, al
momento de crear una figura, puedan ser intercambiadas.
“Ante todo nos ocupamos de la diversidad y de la magia que puede existir en las diferencias para que todos podamos compartir juntos”, dijo el ilustrador, quien confesó que el conjuntar las cajas recicladas para llevar a cabo el proyecto fue otro de los retos con los que se enfrentó. Agregó que espera que con Rompecabezas, “los niños abran los brazos y el corazón para recibir al que tiene enfrente y compartir lo que tenemos en este mundo”.
Fuentes:
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